Me conmueve tanto como me aflige que mis emociones pretendan pernoctar esta noche, fuera de mí. Cavilo delicadamente, voy pasando entre lo vivido, caminando a paso ligero para no aplastar un recuerdo de algo que ni siquiera sucedió. Sé cuál es el lugar al que voy, sin embargo, no sé en cuál estoy plantada...
¿Has sentido esa sensación, la de no sentir nada en lo absoluto? Así es como me siento. Y en esas ocasiones no importa lo mucho que los demás pretendan hacerte sonreír sin que en realidad estén buscando hacerlo, después de todo lo efímero llegará a tu sonrisa para hacerla obsoleta.
No me reconozco ante el espejo, sé que estoy allí también, pero no me siento. No hay ni un ápice de exaltación, no refleja en nada mi esencia. Me veo morir continuamente ante la sentencia que es el tiempo. Y pasa él sin mí.
Ante toda perturbación, siempre hay un refugio en cualquier libro, sabes que puedes reencontrarte en las palabras de algún autor. Sabes que nunca estarás en total soledad. Nunca ha habido un lugar más cálido...
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Déjame palabras que sea la sonrisa de cada día.