21 junio, 2012

De la ausencia

Recuerda. 
Su mente vuela como aquel ave desde el árbol hasta la lápida donde yace alguien más, uno como tantos alrededor, piensa en lo que debió haber dejado sobre la tierra y en lo que éstos dejaron por debajo de ella. En cierta forma uno es también una flor, o lo que sea que sea que desde las entrañas de este mundo crezca. 
No creas que llevo flores sólo para seguir el protocolo. Me encantan las flores, como símbolo de lo efímero. 
Silencio.
Lágrimas brotan desde los ojos y caen para regar algún ser, pero después de todo el único que se refresca es el mismo que riega, no la flor marchita de vida, ya no le sirve de nada un caudal de lágrimas. Vamos desbordándonos en momentos buenos, llenos de benevolencia, de amor incondicional, de paciencia, de perdón, de muerte y de vida. De lo triste que es vernos vivir muriéndonos, de lo grandioso que son ellos que están muertos y continúan viviendo. 

Él no está muerto, tú tampoco lo estás así que llora hasta que te sientas sonreír. Y vive, hasta que te sientas morir.

Rocío Ángeles  

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