Te siento en mis húmedos labios,
en la callada noche,
en las palabras escritas,
en las bifurcaciones de mis manos.
Te siento en mi respiración sin aliento,
en esta dolorosa y dulce soledad,
en el sístole dentro del pecho,
en el azul del cielo cayendo.
en la callada noche,
en las palabras escritas,
en las bifurcaciones de mis manos.
Te siento en mi respiración sin aliento,
en esta dolorosa y dulce soledad,
en el sístole dentro del pecho,
en el azul del cielo cayendo.
¡Ay, amor! ¡Te siento y no estás!
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Déjame palabras que sea la sonrisa de cada día.