21 junio, 2012


Te siento en mis húmedos labios,
en la callada noche,
en las palabras escritas,
en las bifurcaciones de mis manos.
Te siento en mi respiración sin aliento,
en esta dolorosa y dulce soledad,
en el sístole dentro del pecho,
en el azul del cielo cayendo.
¡Ay, amor! ¡Te siento y no estás!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjame palabras que sea la sonrisa de cada día.